Jubileo Circulante u Oración Eucarística Perpetua de las Cuarenta
Horas
( Instructivo de orientación para los fieles )
El Jubileo Circulante es una forma de devoción Eucarística con exposición
anual. Es muy importante, porque se honra permanentemente al Santísimo
Sacramento.
Se le llama Jubileo por las indulgencias y privilegios que la Santa Sede le
ha concedido:
Indulgencia plenaria, sólo una en cada uno de los días del Jubileo,
habiéndose Confesado, Comulgando y Rezando en la visita al Santísimo
Sacramento, en secuencia de tres, 6 Padre Nuestro, 6 Ave María y 6 Gloria
Patri. El último Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patri a intención (por su
salud y sus intenciones) del Santo Padre. Los 5 primeros Padre Nuestro, Ave
María y Gloria Patri son en reverencia a las 5 Santas, Gloriosas y
Redentoras Llagas de Nuestro Señor Jesucristo. Entre cada secuencia se reza la siguiente jaculatoria: “Alabado y adorado sea el
Santísimo Sacramento del Altar’’; y se responde: “Sea por siempre bendito y
alabado”. Luego se entona una estrofa de un canto de adoración.
Indulgencia parcial en todas las visitas hechas durante los tres días
rezando las 18 oraciones anteriores. Pida una indulgencia parcial en cada
visita, puede solicitar varias dentro del mismo día.
Solicite a Dios indulgencia (parcial o plenaria) para usted mismo, para
fieles difuntos conocidos o por las Almas del Purgatorio en general
(sufragio), como corresponde, por formar todos nosotros la Comunión de los
Santos, integrada por las Iglesias: Triunfante (Santos), Purgante (almas del
Purgatorio) y Militante (nosotros). Debemos hacer uso de este Tesoro de nuestra Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
"El sacerdote confesor puede conmutar tanto la obra prescrita como las
condiciones en favor de aquellos que afectados por un impedimento legítimo
no pueden practicarlas", ganando así la indulgencia.
Se llama Circular o Circulante, porque al terminar la Adoración en una
Iglesia debe comenzar en otra de la misma ciudad, sin interrupción
(exceptuando las noches, permitido en Chile) ya que ha sido establecida a
perpetuidad. La celebración en cada lugar dura tres días: Triduo
Eucarístico. Sólo se suspende en los tres últimos días de Semana Santa
(Triduo Pascual: Jueves, Viernes y Sábado Santo), por la Liturgia actual. El lugar aparece
diariamente en el diario El Mercurio, cuerpo C, bajo el Santoral.
La fecha asignada al lugar significa que éste está en Jubileo y se puede
obtener la indulgencia (aunque estuviese sin exponer el Santísimo o cerrada
la Capilla o Templo) si se rezan las oraciones en forma piadosa junto al
Sagrario (en donde se encuentra el Santísimo Sacramento o Jesús Sacramentado
reservado) o en el frontis del lugar, ya que se ha peregrinado para llegar
al templo teniendo la intención de visitar al Santísimo y acompañar a los
Angeles que hacen la Corte al Señor.
Le invitamos a adorar y amar a Nuestro Señor y por Él a la Santísima
Trinidad, guiados y acompañados por Su Madre, la Santísima Virgen María y
San José, quienes fueron los primeros adoradores de Jesús. Invoque a los
Santos Patrones, Protectores y a su Angel Custodio o de la Guarda para que
le ayuden a Alabar al Señor.
· A la entrada del templo donde se celebra el Jubileo Circulante puede
encontrar un cuadro alusivo al Santísimo Sacramento; como una Custodia con
Él, el Corazón de Jesús como lo vio Santa Margarita María Alacoque, o un
Cáliz y la Hostia; el cual tiene como fin dar a entender a los fieles que
está el Santísimo Expuesto para la adoración.
· Al entrar al templo, debe postrarse ante el Santísimo expuesto haciendo
una genuflexión e inclinación de la cabeza; realice sólo esta última, si
tiene algún impedimento físico.
· El Santísimo Sacramento se expone en una Custodia por ser ésta una
Celebración solemne.
· Con la visita al templo en estos días usted cumple con el Primer
Mandamiento de la Ley de Dios, al adorarlo por medio de alabanzas con los
Salmos, canciones y otras oraciones como el Santo Rosario completo (dentro
del día los 20 Misterios), Rosario del Espíritu Santo, de Dios Padre, la
Coronilla de la Misericordia Divina , de las Santas Llagas, Misionero. El Angelus (o Regina Coeli en
Tpo. Pascual) en sus tres horarios. Diversas oraciones de Santos dirigidas
al Santísimo Sacramento, Liturgia de las Horas, las Letanías de Todos los
Santos, etc. El principal fin del Jubileo Circular es “ Impetrar para la
Iglesia la abundancia de las Divinas Misericordias y apartar de ella y de la
sociedad los castigos que merecen los pecados de los hombres ”.
Alterne la forma personal y comunitaria en esta adoración. En la forma
personal puede tener una conversación con Dios, dándole a conocer sus
ofrecimientos, agradecimientos, peticiones o súplicas, su reparación y
consuelo por las injurias que recibe Él, constantemente, pidiéndole perdón
por usted y todo el mundo. Comparta todo con Él, penas y alegrías.
Libros guías sugeridos:
- La Santa Biblia
- Cien visitas a Jesús Sacramentado de Saturnino Junquera S.I.
- Mi visita al Santísimo: folleto del 1er Monasterio de la Visitación de
Santa María.
- Oremus. (Letanías de la Virgen y del Sagrado Corazón de Jesús, alabanzas
de desagravio, etc.)
- Visitas al Santísimo Sacramento, de San Alfonso María de Ligorio.
- Quince minutos en compañía de Jesús Sacramentado y Estación al Santísimo
Sacramento.
El Santísimo Sacramento tiene sed de amor y les espera. A veces tenemos
actitudes amorosas y solidarias sólo con el prójimo y olvidamos a Quien nos
creó: Dios. Todos los santos acompañaron al Santísimo y entre los destacados
en tener un gran amor a la Eucaristía están San Francisco de Asís, Santa
Clara, San Ramón Nonato, San Pascual Bailón, quien Le bailaba por la noche
para alegrarlo ya que la mayoría de las personas sólo iban a contarle penas,
problemas y sufrimientos a Jesús durante el día. San Alfonso María de
Ligorio decía: “ Tened por cierto que de todos los momentos de nuestra vida,
el tiempo que pasáreis delante del Santísimo Sacramento será el que durante
la vida os dará más fortaleza y el que os dará más consuelo en la hora de la
muerte y por toda la eternidad. Estad persuadidos de que os será más
provechoso un cuarto de hora de oración delante de la Sagrada Eucaristía que
todos los demás ejercicios de piedad del día ”.
Año 2013
Jubileo Circulante u Oración Eucarística Perpetua de las Cuarenta
Horas
( Instructivo histórico o general para los fieles )
“Los fieles, al adorar a Cristo presente en el Sacramento deben recordar que
tal presencia deriva del Sacrificio ( Santa Misa) y que tiende a la Comunión, sacramental
y espiritual” (de: El Culto Eucarístico, 1975, n. 27)
Esta Oración Eucarística de las Cuarenta Horas, tuvo su origen en la
devoción que en la Edad Media se tenía al Santo Sepulcro en la Semana Santa
y que comprendía desde la adoración de la Santa Cruz en Viernes Santo hasta
la Misa de Resurrección del Domingo de Pascua, en memoria de la muerte y
sepultura de Nuestro Señor Jesucristo (aproximadamente unas cuarenta horas,
que es el tiempo que se calcula estuvo Cristo en el sepulcro).
Esta devoción después se centró en Jesús Sacramentado en el Tabernáculo y
fue trasladada a otros días del año, en Milán, por el P. Bellotto en el S.
XVI. Luego fue llevada a otros lugares y con adoración perpetua, por los
padres Tomás Nieto, San Felipe Neri, San Carlos Borromeo, José de Ferno, San
Benito J. Labre. San Antonio María Zaccaría fue quien inició las Cuarenta
Horas con el Santísimo Expuesto y en forma pública. En el año 1539 el Papa
Paulo III aprobó la devoción; luego el Papa Clemente VIII hizo la primera
Instrucción, el Papa Clemente XI ordenó su rito en Roma y posteriormente se
extendió a todo el mundo. En 1731 el Papa Clemente XII (previas reformas de
los Papas Inocencio XIII y Benedicto XIII) estableció la Instrucción
Clementina definitiva.
En la Arquidiócesis de Santiago el Jubileo Circulante fue establecido el 15
de Noviembre de 1873 por Monseñor Rafael Valentín Valdivieso, Arzobispo de
Santiago, quien obtuvo de su Santidad Pío IX un Breve Apostólico, por el
cual se otorga a todos los que asisten a él, o como sufragio por un fiel
difunto, poder lucrar todas las Gracias e Indulgencias, tanto plenarias como
parciales de que gozan las iglesias de Roma. Se inició el 1° Domingo de
Adviento del Año Litúrgico 1874 en la Catedral de Santiago,
cumpliendo así esta Celebración 140 años en Santiago
de Chile.
Monseñor José María Caro, en una circular dada en 1945, faculta para reducir
el número de horas de Exposición cuando las circunstancias lo exijan, pero
su duración no puede ser inferior a diez horas diarias. Asimismo, recomienda
a los Párrocos y Rectores de Iglesia avisar el Jubileo Circular a los
fieles, con dos domingos de anticipación. Pide a los fieles y a las
Sociedades existentes en la Iglesia, especialmente a la Cofradía del
Santísimo, las Marías de los Sagrarios, los Cruzados, la Acción Católica,
etc., aseguren la asistencia y distribuyan entre todos ellos las horas de
Adoración del Santísimo. Extracto de: Revista “Iglesia de Santiago“ pág. 44
/ Octubre 1995 y del manual del estatuto del Jubileo Circulante de 1945.
En 1996 con la Carta Pastoral: Por siempre sea alabado Jesús Sacramentado, el Cardenal Monseñor Carlos Oviedo C., págs. 22 y 23, nos propone dos turnos: mañana y tarde, si no se puede realizar una jornada completa para esta adoración extraordinaria de tres días seguidos.
Nos recuerda Monseñor: “ cómo se desea acompañar al Señor, al pensar en Su soledad en el sepulcro, con esta adoración”.
Nos dice:” cada día en la cuidad habrá un templo con fieles adorando al Santísimo expuesto, un hermoso gesto representativo de una Iglesia en adoración a su Señor y un paso más de santidad para toda la Iglesia”.
Hasta el año 2001 y por 26 años, la señora Margarita Quintas (Q.E.P.D.)
junto a su esposo (Q.E.P.D.) llevaron la organización de este Jubileo en la
Arquidiócesis de Santiago. Actualmente, también se invita y es acogido por
las religiosas Carmelitas Descalzas, de Puangue y por la Diócesis de San
Bernardo.
Correspondamos al Amor infinito de Jesús Sacramentado con nuestros homenajes
de adoración, gratitud, reparación y súplica.
El Santísimo Sacramento-Divina Eucaristía- es la joya más preciosa de la
Iglesia y debemos rodearlo de toda la majestad y esplendor del culto, con
manifestaciones de fe y amor fervientes, grandiosas y constantes. Lleguemos
con amor y confianza al Divino Salvador, en Quien debemos poner toda nuestra
confianza. Él se ofrece en nuestros Altares y quiere recibir nuestras
adoraciones.
Hondo pesar, causa ver el desamparo y soledad en que muchos Católicos dejan
al Rey de Amor, pagando con tanta indiferencia y frialdad la fineza de Amor
infinito. Aprendamos a amarlo y ese Amor Divino inflamará nuestro corazón en
un santo celo por darlo a conocer a las demás almas y por hacerlo Reinar en
toda la humanidad.
Al visitar a Jesús Sacramentado recordemos que estamos en presencia del Rey de reyes, por lo que nuestra presentación personal debe estar acorde al lugar santo: Casa de Dios.
Año 2013